Los profesores nos encontramos a diario con la difícil tarea de motivar a los alumnos para que tomen la iniciativa de su aprendizaje; nuestro objetivo es que el alumno asuma el papel de protagonista de su aprendizaje. Pero, ¿cómo podemos despertar esa iniciativa?
Lo que comienzo a tener claro es que aplicando la metodología llamemos tradicional no lo podemos conseguir. Hasta ahora, la metodología que aplicamos consiste en que el profesor expone contenidos de una materia, propone una serie de actividades que en muchos casos no son más que preguntas sobre los contenidos teóricos y, a continuación se corrigen. Estos contenidos aprendidos pasan a formar parte de un histórico olvidado después de la correspondiente prueba de evaluación. El alumno es pasivo en este sistema de aprendizaje.
Una vez conocida esta necesidad de cambio, ¿qué puedo hacer? Se ofrecen varias posibilidades innovadoras: flipped classroom, gamificación, aprendizaje basado en proyectos, trabajo colaborativo,.... y eTwinning.
Creo que eTwinning ofrece experiencias docentes con otros profesores y alumnos de centros educativos de otros países, que pueden resultar motivadores para todos los alumnos. Desde eTwinning se pueden llevar a cabo proyectos colaborativos que combinan varias de estas metodologías, no solo una.
Poner en práctica un proyecto eTwinning con alumnos de FP podría poner a su alcance la motivación y el deseo de realizar las prácticas del Módulo de Formación en Centros de Trabajo en otro país con ayuda de las becas Erasmus.
A través de un proyecto en eTwinning, me gustaría mejorar el planteamiento de actividades a mis alumnos de forma que éstas les resultaran motivadoras y les impulsaran a la acción.
En http://etwinning.es/proyectos/proyectos-destacados/?lang=es podemos encontrar proyectos que han tenido éxito y reconocimiento. Entre ellos me gustaría destacar el proyecto MAVEN-Maths Vía English. Se trata de un proyecto en el que alumnos de entre 12 y 15 años resuelven cuestiones matemáticas a través de videoconferencias mantenidas con los alumnos socios. Estas cuestiones matemáticas las resuelven a través de unas mascotas que viajan llevando sorpresas a cada país, en modo de crucigramas, cuestiones,...
Los aspectos que más me han llamado la atención de este proyecto son, entre otros, que se trabajan varias competencias: matemáticas, comunicativa en lengua inglesa y digital, por lo que se exige trabajo colaborativo entre profesores de diversos departamentos; además de ser un proyecto colaborativo es un proyecto gamificado porque tiene elementos especiales de esta metodología y además incluye un sistema de premios para los alumnos.
Otro proyecto que también me ha llamado la atención es el Proyecto Tomo la palabra en el que participaron alumnos de entre 10 y 14 años. En este proyecto también se llevaron a cabo videoconferencias; se ha realizado en español y eso demuestra que efectivamente, no es necesario dominar una lengua extranjera. Además, existen centros europeos cuya lengua extranjera es el español y que colaboran en los proyectos con el objetivo de enriquecerse también.
El análisis de alguno de estos proyectos nos puede servir de orientación y ayuda para crear nuestro propio proyecto.
Así es que, ¿porqué no comenzar con eTwinning?
